Diseñar aplicaciones para su uso en pantallas táctiles

Sin duda, el diseño web y el desarrollo de aplicaciones para sistemas operativos se han visto caracterizados por el uso del ratón, por lo cual el desarrollo y programación informática se ha guiado en crear sistemas y software útiles para este tipo de entrada. 

Hoy en día una pantalla táctil emula la utilidad del ratón, y en teoría, este forma de entrada de información funciona en la mayoría de las aplicaciones que por mucho tiempo han funcionado con el uso del ratón, pero a la hora de diseñar un programa operativo para ser usado en sistemas Touchscreen es preciso tener ciertos punto en cuenta.

Primero que todo, dentro del diseño de aplicaciones para pantallas táctiles hay que recordar que dedo del usuario es más grande que el ratón, por lo tanto, se deben diseñar los botones operativo lo suficientemente grandes y espaciados, además que están muy bien separados para que se pueda tocar el botón con facilidad.

En segunda instancia, se debe incluya una respuesta gráfica o de sonido para cada contacto. Esto indicará al usuario que su toque o acción ha sido aceptada y así el usuario no quedará confundido.

En tercer lugar, hay que procurar en configurar la navegación de una manera simple y sencilla. Entonces, se deben limitar las opciones y considerar si se puede evitar el uso de barras de desplazamiento, menús desplegables y del doble clic. Esto hará que sea fácil para el usuario lograr todo lo que se propone alcanzar con el uso de las pantallas táctiles. Igualmente es recomendado brindar tanta asistencia como sea posible por medio de la pantalla.

Una cuarta cuestión para tener en cuenta es el hecho de reducir al mínimo la cantidad de texto que se utilice en la aplicación. El diseño para pantallas táctiles deben ser lo más gráfico posible de manera que el usuario se pueda involucrar directamente con el kiosco interactivo.

Es importante también recordar mantener las decisiones fáciles al principio, mientras que las preguntas difíciles o complicadas deben ser guardadas para el final. Si lo primero que el usuario alcanza a ver es una cuestión que no sabe cómo resolver, entonces fácilmente pueden ser reacios a iniciar el proceso informativo e interactivo.